Sigue el fomento a la cultura del Graffiti en León y ahora la barda que sirvió de lienzo es la de un edificio ubicado en la zona de Jerez, para ser más exactos en el cruce de los bulevares Mariano Escobedo y Paseo de Jerez.
La creatividad, talento y técnica corrieron a cargo de Miguel Angel Belinchón Bujes, mejor conocido en el mundo de las puntas, latas y aerosoles como “Belín”. Un trabajo que empezó el bocetaje en martes-día del amor y la amistad- continuo con peripecias climáticas y de recursos-atasque de la grúa- miércoles, jueves y viernes para detallarlo en sábado.
A decir de algunos fue un avance rápido, pero eso no resta interés y calidad a la obra, pues ya culminada atrajo la atención de transeúntes y automovilistas, algunos de los cuales se tomaron más de los minutos de la luz roja para contemplar el mural; hubo otros que incluso se retornaron para darle una segunda vista.
No se crea que le estuve dando un seguimiento detenido a este trabajo, en realidad todo fue casual, mi derrotero llevaba a mi casa, empero de ver un grupo de chavos con fotos y postales de graffitis, decidí tomarme un momento para averiguar qué pasaba, pues me intrigó otro tanto ver más gente en el camellón, entre ellos algunas cámaras de medios de comunicación y fue por ellos que me enteré de lo que pasaba.
Iba yo caminando cuándo me chiflaron y no pa´chulearme sino para decirme que me quite pues era el momento de la entrevista y de fondo querían una toma completa del trabajo de Belín.
Ya enterado me quedé a disfrutar de la urbanidad proyectada a través del graffiti, interesantes postales de cotidianeidad podrían salir de ahí, después de la entrevista, Belín convivió con los “fans” o quizás sea mejor decir colegas, pues los ya mencionados chavos con postales y fotos lo estaban esperando para platicar con él, y no una de esas convivencias del famoso con los fans, sino un rato más de cuates, de compas, de graffiteros.
Entre albures, bromas y el sol se fueron dando los autógrafos y las fotos, chicas y chicos se acercaban con su postal, libreta o foto y plumón en mano para tener el autógrafo con dedicatoria personal de Belín. Hubo además firma -quizá deba decir graffiteada- de playeras.
El asunto transcurría de lo más normal, sin embargo no dejaba de ser fenómeno pues a Belín además de dar le toco recibir, y es que también en León los jóvenes son creadores y uno de ellos le obsequió la primer playera que hizo la cuál contenía, además de un gran valor sentimental, un graffiti hecho por él. Otro de los presentes fueron dos colguijes, uno para Belín y otro para su novia, la cual creo fue la modelo de la obra.
Se terminaron los autógrafos, los medios ya se había retirado y los cuates poco a poco partían y de todo eso lo único que permanece es la obra, el graffiti que ahora da una nueva vista a ese edificio, que a partir de hoy ya no se verá igual y prueba de ello es que un señor con su niño de no más de dos años se detuvieron a verlo y el padre se tomó un momento para explicarle al niño la que quizás fue la manera de hacerlo.
El graffiti es parte de la cultura urbana de toda ciudad, sin embargo es necesario encaminarlo de una manera correcta para evitar que se convierta en reflejo del vandalismo. No olvidemos que grandes artistas de la talla de Siqueiros y Diego Rivera, también pintaban a gran escala y en bardas, y lo ellos lo llamamos muralismo.
El graffiti se puede convertir en una nueva forma de muralismo y esto poco a poco lo lleva a cabo el Instituto Municipal de la Juventud, quizás no bajo ese objetivo, pero sí con un fin encausado, esperemos seguir viendo trabajos de esta calidad, no sólo de artistas extranjeros, sino de talentos leoneses también.
Les dejo una foto en la que se ve el padre con su niño continuando su camino luego de ver el graffiti. Pueden encontrar más fotos en facebook (Joselo LQ Galeria) y si quieren conocer más sobre Belín visiten www.belin.es
Sólo me resta decirles que una herida sanará más pronto entre menos la estemos tocando. Tu me manques.
La creatividad, talento y técnica corrieron a cargo de Miguel Angel Belinchón Bujes, mejor conocido en el mundo de las puntas, latas y aerosoles como “Belín”. Un trabajo que empezó el bocetaje en martes-día del amor y la amistad- continuo con peripecias climáticas y de recursos-atasque de la grúa- miércoles, jueves y viernes para detallarlo en sábado.
A decir de algunos fue un avance rápido, pero eso no resta interés y calidad a la obra, pues ya culminada atrajo la atención de transeúntes y automovilistas, algunos de los cuales se tomaron más de los minutos de la luz roja para contemplar el mural; hubo otros que incluso se retornaron para darle una segunda vista.
No se crea que le estuve dando un seguimiento detenido a este trabajo, en realidad todo fue casual, mi derrotero llevaba a mi casa, empero de ver un grupo de chavos con fotos y postales de graffitis, decidí tomarme un momento para averiguar qué pasaba, pues me intrigó otro tanto ver más gente en el camellón, entre ellos algunas cámaras de medios de comunicación y fue por ellos que me enteré de lo que pasaba.
Iba yo caminando cuándo me chiflaron y no pa´chulearme sino para decirme que me quite pues era el momento de la entrevista y de fondo querían una toma completa del trabajo de Belín.
Ya enterado me quedé a disfrutar de la urbanidad proyectada a través del graffiti, interesantes postales de cotidianeidad podrían salir de ahí, después de la entrevista, Belín convivió con los “fans” o quizás sea mejor decir colegas, pues los ya mencionados chavos con postales y fotos lo estaban esperando para platicar con él, y no una de esas convivencias del famoso con los fans, sino un rato más de cuates, de compas, de graffiteros.
Entre albures, bromas y el sol se fueron dando los autógrafos y las fotos, chicas y chicos se acercaban con su postal, libreta o foto y plumón en mano para tener el autógrafo con dedicatoria personal de Belín. Hubo además firma -quizá deba decir graffiteada- de playeras.
El asunto transcurría de lo más normal, sin embargo no dejaba de ser fenómeno pues a Belín además de dar le toco recibir, y es que también en León los jóvenes son creadores y uno de ellos le obsequió la primer playera que hizo la cuál contenía, además de un gran valor sentimental, un graffiti hecho por él. Otro de los presentes fueron dos colguijes, uno para Belín y otro para su novia, la cual creo fue la modelo de la obra.
Se terminaron los autógrafos, los medios ya se había retirado y los cuates poco a poco partían y de todo eso lo único que permanece es la obra, el graffiti que ahora da una nueva vista a ese edificio, que a partir de hoy ya no se verá igual y prueba de ello es que un señor con su niño de no más de dos años se detuvieron a verlo y el padre se tomó un momento para explicarle al niño la que quizás fue la manera de hacerlo.
El graffiti es parte de la cultura urbana de toda ciudad, sin embargo es necesario encaminarlo de una manera correcta para evitar que se convierta en reflejo del vandalismo. No olvidemos que grandes artistas de la talla de Siqueiros y Diego Rivera, también pintaban a gran escala y en bardas, y lo ellos lo llamamos muralismo.
El graffiti se puede convertir en una nueva forma de muralismo y esto poco a poco lo lleva a cabo el Instituto Municipal de la Juventud, quizás no bajo ese objetivo, pero sí con un fin encausado, esperemos seguir viendo trabajos de esta calidad, no sólo de artistas extranjeros, sino de talentos leoneses también.
Les dejo una foto en la que se ve el padre con su niño continuando su camino luego de ver el graffiti. Pueden encontrar más fotos en facebook (Joselo LQ Galeria) y si quieren conocer más sobre Belín visiten www.belin.es
Sólo me resta decirles que una herida sanará más pronto entre menos la estemos tocando. Tu me manques.
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