Breve reflexión de un pasado.

Una canción que en el presente me habla de lo que haré en el futuro acerca de mi pasado, "mañana olvidaré la pena de haberte involucrado tanto en este mundo lleno de problemas" (Mañana, Natalia Lafourcade).


Sin más paisaje que una tormenta eléctirca sobre la ciudad quisiera decirte que sigo buscando una manera de arreglar el pasado, pero no hay manera de arreglarlo. Ninguna canción lo puede hacer por muy ad hoc que ésta pueda ser o por precisa que sea su similitud con la realidad. "Tú me hacías sonreir" (Jarabe de Palo) e "Ilusión" (Julieta Venegas) son las que reviven a cada momento ese pasado que quiero corregir; "Mírame bien" (Julieta Venegas) fue mi último suspiro por remediarlo.

Nada arregla el pasado, disculpas, justificaciones, lamentos, lágrimas, explicaciones, plegarias, súplicas, todo lo que se nos pueda ocurrir es suficiente, mejor dicho no es útil o funcional para remediar eerores.

Qué curioso lo anterior se puede sintetizar en la siguiente frase: "Quién no conoce su pasado está obligado a repetirlo", misma que yo empleaba en gran medida y de la cual no aprendí.

Pasado no sólo son las fechas en libros y las historias del abuelo, pasado es todo aquello que el tiempo encierra, errores, aciertos, éxitos y derrotas, todo aquello que nos da una lección. Aprender a ver el pasado con reflexión y no con nostalgia es la lección que tiempo libera a cambió.

Ver al pasado con reflexión es desprendernos del mismo pasado sin embargo debemos cuidar el pasado del que nos desprendemos pues una persona o un lugar también es pasado, no sólo los hechos son historia.

Los ancianos son el pasado de una sociedad o civilización, como prefieran llamarla, la cual se aferra a tenerlos en el olvido o relegarlos en cualquier rincón. De igual manera las construcciones también son parte de ese pasado y a éstas se preocupan por conservarlas en su estado original aunque este sea riesgoso para la misma sociedad.

El pasado es riesgoso en hechos, personas, objetos o lugares pero es irremediable, ante él lo único que podemos hacer es aprender, no sólo del pasado personal, también podemos aprender del pasdo de aquellos que nos rodean.

Día a día voy aprendiendo de mi pasado y seré paciente para perder el miedo de voltear hacia él con verdadera reflexión.

Gracias a todas y cada una de las personas que formaron conmigo un pasado y que siguen en mi presente, espero seguir contando con ustedes en el futuro.