A continuación la segunda parte del discurso base de la charla con alumnos del IPN (Instituto Politécnico Nacional) del pasado 23 de Noviembre.
Así es, la
lectura también puede jactarse de ser un medio de interacción social y es que siendo el
hombre un ser sociable por naturaleza necesita de varios elementos para
relacionarse con sus semejantes.
La lectura
como elemento para socializar juega distintos roles, puede ser medio para
romper el hielo, ya que un libro puede ser el constructor de un puente para
iniciar una conversación, pues el objeto libro se convierte en un símbolo de
identificación y empatía, te reconoces en el otro como lector y se genera un
plus cuándo es un título que tu ya has leído.
Genera espacios de interacción donde fluyen
intereses comunes, como ejemplos están las librerías, bibliotecas, salas de
lectura, las tertulia literarias o bien un “Círculo de lectura”; es cierto que
uno acude ahí por intereses personales que puede ser el adquirir un título, buscar
cierta información, participar en cierta actividad, pero esos intereses no
eximen a las demás personas de tener un interés similar y es en ese momento que
sin ser la interacción social el principal objetivo esta puede surgir debido al
común de intereses consciente o inconsciente de los asistentes.
En este
momento hemos planteado dos elementos “tangibles” que son el objeto libro y el
espacio libresco; turnándonos a lo intangible encontramos la empatía de ideas;
no se necesita ser un gran lector o un lector asiduo para identificar cuándo
alguien hace una referencia de algo que leímos en alguna parte, puede ser que
no recordemos dónde lo leímos, hace cuánto, de que autor o en que momentos,
inclusive ni para que tarea fue que lo leímos, pero lo reconocemos, recordamos
vaga o llanamente esas palabras y es en ese momento que se despierta nuestro
interés por lo que expresa “el otro” y será a partir de ahí que se genere una
empatía o antipatía acerca de la idea que expresa.
El desenlace
de los escenarios anteriores será punto y aparte y mera responsabilidad de los
actores. Por el momento nuestro interés se centra en mostrar a la lectura y sus
elementos como factores de la interacción social.
Ahora bien,
pueden ustedes estar reflexionando acerca de la “banalidad” o “superficialidad”
de esta idea, sin embargo no es tan trivial el punto, viendo un poco en
nuestros hábitos, algunas de aquellas cosas que disfrutamos son las que ponemos
en común con nuestros semejantes ¿Cuántas personas disfrutan del séptimo arte,
ya sea yendo al cine o rentando-comprando una película para verla en casa?
(esperemos que no sea pirata).
O bien existen
hábitos que se disfrutan en soledad pero que no se desdeña la compañía de otros
cuándo esta se da, como puede ser el fumar, aunque más que hábito es un vicio
que un hábito, eso no le restará placer.
Podemos continuar enumerando hábitos y vicios
que en cierta parte son perpetuados en nosotros y por nosotros por la puesta en
común con el otro, así pues la lectura llega a convertirse en uno de esos
hábitos (o vicio como me gusta llamarlo) que una vez puesto en común trae otros
placeres y una vez probado diferentes géneros y leído diferentes plumas no
puedes dejar de buscar aquellos que te han resultados más placenteros.
Y lo prometido es deuda, tenemos un obsequio para ustedes lectores, es el libro "Cumpleaños" de Carlos Fuentes en su edición conmemorativa del día nacional del libro. Será para la mejor historia que nos relate su experiencia con los libros como medio de interacción social.
El único requisito es que sea basada en una experiencia real. El género ustedes lo deciden, la extensión su creatividad la determinará. Inscriban su historia antes del 7 de diciembre.
Las historias las recibimos en goselo.lq@gmail.com

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