sábado, 20 de julio de 2013

Un beso al destino

Es curioso, el “felices por siempre” que nos vendió Disney durante varios años parece tener su verdadero inicio con un beso; Blanca Nieves despertó con un beso, la Bella Durmiente despierta con un beso, Bestia rompe su hechizo con un beso y hasta Sherk (que ya no es Disney completamente) inicia su felices por siempre con un beso.
Pero ¿Qué hubiera pasado si a Blanca Nieves, a la Bella Durmiente, a Bestia o Sherk no les hubiera gustado ese beso? ¿Hablaríamos de un “felices por siempre” tras un segundo, tercer, cuarto o el número de intentos necesarios para tener un beso “rico”? O  ¿Existirían acaso más Príncipes y Doncellas que ya no tuvieran que librar toda suerte de encrucijadas posibles y sólo llegaran a besar para iniciar el “felices por siempre”?

Es cierto que en la realidad no se pelea con dragones, ni se sucumbe ante hechizos de brujas –los amarres no cuentan- además de no haber castillos con altas torres en cuyo interior está alguna princesa esperando ser rescatadas –“la puerta negra” no resguarda un castillo-; pero a pesar de ello si hay historias que comienzan con un beso.
Hasta hace poco caí en la cuenta de las diversas maneras que existen para cortejar a alguien, y en la mayoría de ellas los besos no forman parte del itinerario, estos llegan después del “sí”. Durante el flirteo las personas suelen mostrarse atentas buscando quedar bien, procurando todo lo que hace falta a la persona querida. Sale a relucir la mejor parte de uno dejando de lado todo aquello que no empata con la otra persona. Sin embargo pocas veces pensamos en la importancia que pueden tener los besos e inclusive parece bochornoso o inapropiado imaginarnos en la intimidad con la otra persona.
La sola pregunta ¿Qué tal besas? Podría desconcertar a cualquiera, imagino que pocos piensan en  si realmente besan bien, aunque eso sea algo totalmente subjetivo pues en besos se rompen géneros y no existe una técnica o metodología para besar; la mayoría sino es que todos en una postura de “seductores” podrían alardear de besar bien, decir que nadie se ha quejado y que incluso sus besos encienden pasiones.
Pero seamos realistas, en un momento así quiénes dirán “¡qué mal besas!” en un tono repulsivo; existen situaciones en las cuales podría existir ese rechazo, por ejemplo un beso robado por alguien desagradable, un beso en el juego de la botella de alguien indeseado y otras posibles situaciones similares.

Más allá de lo anterior, los besos suelen ser agradables cuando proceden de esos labios delgados, finos, pequeños o grandes, carnosos,  pero pertenecientes a la persona deseada, sin embargo especulemos un poco acerca de si son besos “ricos” ¿nos provoca una satisfacción física ese acto? ¿psíquica y emocionalmente nos incitan a algo por el deseo que tenemos hacia la persona?; volviendo al flirteo y cerrando está reflexión los invito a preguntarse ¿qué pasaría si dejamos a la suerte de un beso el destino de una relación?By: Kro-selo

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